lunes, 20 de diciembre de 2010

Il regalo piú grande;♥

¿De qué me serviría vivir si al final no os encontrara?

Me hacéis ser lo más feliz del mundo. Cada una me complementáis donde más lo necesito. Sabéis decirme lo que necesito oír pero también lo que no me atrevo a escuchar . Gracias por vuestro cariño y la paciencia cuando todo iba mal. Sé que si algo va mal seréis las únicas que me harán olvidar los problemas. Me sorprendéis haciéndome reír cuando más triste estoy. Habéis estado a mi lado, y todo ello sin pedir nada a cambio...

Os he fallado y os he decepcionado muchas veces, la última la peor. Me queréis con todos mis defectos. Me soportáis en mis días más susceptibles y pese a todo esto habéis sabido perdonarme y darme apoyo .


Y es en esos momentos donde realmente me doy cuenta de lo que sois para mí. Realmente necesarias y únicas. Realmente indescriptibles. 

Esther, Miriam, Jessica, Belén, Sofía, Erika e Irene. Nunca habrá nadie que os iguale, y pese a lo que pueda pasar, os querré siempre. Sois la suerte de mi vida.

Post: Teníais razón. Lo siento mucho.

martes, 14 de diciembre de 2010

Hay momentos en los que  tenemos que luchar, y hay momentos en los que debemos aceptar que hemos perdido nuestro destino, que el barco ha zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fuí una ilusa.
Anoche cuando discutimos iba a dejarte solo pero entonces me di cuenta que prefiero mil veces discutir contigo que hacer el amor con otra persona.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Soy de las personas capaces de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarte de la cabeza, algo que no quiere salir del corazón.

domingo, 12 de diciembre de 2010

En fin, supongo que se hará mas fácil si no vuelvo a verte más.
Ya sabes que te hecho de menos. Mucho. Aunque eso no cambiará nada.
Me parece realmente un esfuerzo inútil, pero no me doy por vencida, tengo que ser capaz de lograr al menos eso... Asimilarlo.
Busco a duras penas por todo mi cerebro un desesperado intento de encontrar una reserva de fuerza en alguna parte.
Al final, suelo hallar la suficiente para apagar los sollozos o disminuir su fuerza al menos, aunque nunca llego a acabar con ellos del todo.
Pero con las lágrimas no hay forma. No hay ninguna triquiñuela por ninguna parte capaz de ayudarme a controlarlas de ningún modo.
Y las noches... Las noches se me están haciendo larguísimas.
Pero me consuelo pensando en que quizás no sean las peores noches de mi vida...y en que no estoy sola. 
De una manera insoportable, esta noche he visto con toda claridad las cosas en perspectiva.
He podido darme cuenta de todos los errores que he cometido y de todos los detalles del daño sufrido e infringido. Tanto los grandes, como los pequeños. Cada carga que yo le he causado, cada herida que él me ha hecho... se apilan en nítidos montones que no puedo negar, ni ignorar.
Y me dí cuenta de que he estado equivocada todo este tiempo.
El amor no siempre es mutuo. Y con eso, sólo he conseguido causarme mucho daño.
Un grupo de profesionales le propusieron a varios niños de 4 a 8 años esta pregunta:
¿Qué es el amor?
Y sus respuestas fueron las siguientes...

"Cuando alguien te ama, la forma en que esa persona dice tu nombre, es diferente. Sabes que tu nombre está seguro en su boca".

"Amor es cuando una chica se pone perfume y un chico colonia, salen juntos y se huelen mutuamente".

"Cuando mi abuela empezó a tener artritis no podía pintarse las uñas de los pies, asi que mi abuelo se las pintaba siempre, hasta cuando tenía artritis en las manos... eso es amor".

"Amor es cuando le dices a un chico que te gusta su camisa y él se la pone todos los días".

"Amor es lo que te hace sonreir cuando estás cansado".

"Amor es cuando mamá ve a papá sudoroso, y aún así, dice que es más guapo que Robert Redforf".

"Cuando le dices a alguien algo malo de ti mismo y temes que deje de quererte, pero te sorprendes al ver que no sólo te sigue queriendo, si no que te quiere aún más".

"Amor es cuando besas todo el tiempo, y aunque te canses de besar, lo sigues haciendo".
Si algún día me fuese lejos... pido que me acompañes hasta el andén, en el que días más tarde me estés esperando, y que mientras llega el autobús me mires con ojos tristes a la cara, aproveches mi distracción para agarrar fuerte con tus dos manos mi cinturón, en un intento por no dejarme ir, y me hagas perder todo menos la sonrisa. 
Por pedir, pido un café caliente mientras espero al siguiente autobús, colocar las manos alrededor de la taza, apretando con todas mis fuerzas para captar el calor, y que tú, de un plumazo, con un movimiento rápido, de esos que no dejan tiempo para invertir en especulaciones, me eleves la temperatura de todo el cuerpo.
Una sensación extraña recorre todo mi cuerpo cuando mis pies buscan los tuyos. Doy pasos torpes desde que te has ido, aunque dices que sigues aqui, pero no te siento, sé que es porque yo no quiero, no sé a donde voy, no sé si me haces falta, no sé lo que quiero, ni lo que es mejor. Quiero amancer con una sonrisa que alumbre tu día, mi día, nuestro día. Escuchar una última vez te quiero, o escucharlo eternamente. Entender que los silencios a veces lo dicen todo. Cuando estás tan lejos no soy yo, me ausento de mi mundo pero no se si quiero que estés cerca... es raro, demasiado raro.
He comprendido que el tiempo pasa, mi vida sigue y tú ya no estás en ella. No vas a crecer mucho más, esto es todo a lo que has podido llegar, espero que lo hayas disfrutado. En mi recuerdo quedarán para siempre todos los momentos que vivimos, todas las cosas que me enseñaste, el mundo que me descubriste, la vida que me regalaste. En mi mirada siempre quedará el reflejo de la tuya y cada lágrima de felicidad me recordará a ti. Jamás voy a poder borrarte de mi vida, nunca desaparecerás de mi corazón por todo lo que significas y significarás eternamente, como un día te prometí, pero ya es momento de que afrontes y de que afronte que esto se ha acabado. Hay otra persona en mi vida o varias, no hablo de amor, hablo de diversión, estoy en otra etapa, ahora eres el pasado y tengo demasiadas cosas por vivir. Puedes tomar esto como un adiós aunque pienso que es un hasta luego. El destino va a volver a unirnos, tú siempre serás mío, yo siempre seré tuya y nos volveremos a encontrar, pero no ahora, no mañana, esto se ha acabado. Espero que tú tampoco me olvides, por todo lo que te he dado, todas mis palabras quedarán en el aire y nunca se disolverán, porque siempre han sido sinceras, no he hecho más que intentar darte todo mi amor, me he equivocado muchas veces, te he hecho daño y tú también a mí. Te he pedido perdón, te he perdonado, te he besado infinitas veces, te he abrazado, he llorado contigo, te lo he contado todo, me he reído, me has hecho la persona más feliz del mundo, me lo has arrebatado todo con unas simples palabras, he estado mucho tiempo dedicándote todo lo que soy y ahora me toca a mí. Gracias por todo, nunca me iré por completo de tu lado. Estoy orgullosa de haberte conocido. Nunca dejes de ser quien eres, pareces feliz siendo así. Tenme presente siempre, como lo haré yo. Esto jamás será una despedida, porque prometimos que tú y yo seríamos para siempre.
Es inevitable seguir respirando cuando pasas cerca. Pero para siempre me parece mucho tiempo, y una noche es poco rato.
Nadie sabe lo que corre por mi cuerpo cuando tus ojos me gritan de esa manera que me hace enmudecer, no me pidas que viva sólo con cinco sentidos, siempre voy a querer más.
Pero si algo tengo claro, es que me jugaría la boca, por morder tus labios.
Hace poco, leí que con 50 años habremos conocido a lo largo de nuestra vida a unas veinte mil personas. Haciendo una regla de tres, obtuve que un joven de 17 años, habría conocido aproximadamente a 6800 personas. Pongamos, que la mitad de esas personas, es decir 3400, son hombres, y la otra mitad, mujeres. Y supongamos que de esos 3400, solo un tercio están dentro del margen de edad en el que se incluyen todas las personas con las que podríamos tener una relación. Es decir, descartamos dos tercios, donde se encontrarían personas de las que nunca podríamos enamorarnos (familiares cercanos, ancianos…). Nos queda el siguiente número: 1133’3333… pero redondeando, pongamos unas mil.
De todas esas personas, nos enamoraremos de una sola… estamos hablando de 1/1000. Y a su vez, esa persona, se enamorará de una sola entre 1000. De esta manera, la probabilidad de que la persona de la que uno se enamora sea precisamente la persona que se enamora de uno, es según las matemáticas 1/1000 x 1/1000, lo que es igual a una posibilidad entre 1.000.000.
Así que, si se diera esa improbable situación de poder estar con la persona que quieres, si el destino ignorase 999.999 otras opciones y convirtiera esa probabilidad que había entre un millón, en un hecho, en una realidad… ¿qué sentido tendría no aprovecharla? ¿qué más da lo que venga luego? ¿qué importa lo complicadas que sean las circunstancias? Si lo más difícil, lo que tenía una posibilidad entre un millón de ocurrir... ¡ya ha ocurrido!
No me duele, solo me molesta, o al menos eso creo. Ese es mi problema, que para mí esto no es un juego; que no pretendo ni ganar ni perder, solo quiero acabar ya con todo. Necesito oír ese no te quiero, porque nunca lo he escuchado. Nunca me lo has dicho y sin embargo un te quiero, sí. Así que solo te pido que te vayas para siempre o que por fin, cumplas tu promesa de estar junto a mí.
Tú no lo sabes, pero soy un caos completo; una maraña de ideas y pensamientos que esperan impacientes a que tú los desenredes. Soy una caja llena de planes por cumplir, una romántica empedernida que se disfraza cada día para pasar desapercibida.

Soy una enamorada de las cosas sin sentido, porque simplemente me encantan. Me encanta llevar un calcetín de cada color sólo por ir a contracorriente con el resto del mundo, me encanta dibujar tu sombra bajo cualquier farola, y cantar cuando la soledad me acecha. Me encanta que me miren sin entender absolutamente nada.

Porque soy un desastre en la cocina, o eso es lo que piensan. No saben que en el fondo estoy esperándote para aprender contigo, para que me ayudes a calcular la cantidad exacta de ingredientes y enciendas el fuego lentamente. Mientras seguiré comiendo pizza en el sofá de mi casa, viendo esa película que algún día se convertirá en la nuestra.

Y no, no me fijaré nunca en que ropa llevas o en si te has cortado el pelo, sólo estaré pendiente de que tu sonrisa siga ahí, de que tu mano sepa a dónde agarrarse cuando tengas miedo, y de que siempre, pase lo que pase, mires al frente y no te derrumbes.
Al alba, con las primeras luces, me apretó la mano con fuerza, sonrió a su padre y la llama de sus ojos se apagó para siempre.

A veces dudo de mi memoria y me pregunto si únicamente
seré capaz de recordar lo que nunca sucedió.


Te llevaste todas las respuestas contigo.
Se debería empezar muriendo y así ese trauma está superado. Luego te despiertas en una residencia mejorando día a día. Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión. 
Trabajas cuarenta años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral. Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas sexo y te preparas para empezar a estudiar. 
Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé y los últimos 9 meses te pasas flotando tranquilo con calefacción central, room service, etc.
Y al final abandonas este mundo en un orgasmo.
Creo que nunca ha sido complicado hacerme feliz. Si me conoces bien, sabrás que soy patéticamente sencilla y previsible. No necesito rosas, ni bombones, ni aviones que escriben en el cielo. No pido milagros, porque nunca he visto ninguno. Las sorpresas, cuanto más pequeñas, más bonitas me parecen. Y me vale casi todo. Todos los detalles son buenos. Notas escritas en una servilleta, una visita inesperada, una flor del parque, una foto de tu infancia, un mensaje de madrugada. Eso sí, necesito que todo ello sea incondicional. Solos o rodeados de gente. Aquí y allí. Ayer y hoy. Y tener la certeza de que si mañana estamos en el fin del mundo, seguirá siendo así.
Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hace mucho tiempo que nadie se aloja aquí, y menos aún con la intención de quedarse. Abre bien las puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores, que el color de la pared contraste con el azul de tus ojos.
Estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo perfecto para que no quieras mudarte nunca más.
Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos teñidos de no volver a equivocarme otra vez.
El interruptor de mi luz esta conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta controlarlas, no vaya a ser que de tanto encender y apagar, mis plomos se fundan.


La calefacción espero que podamos ponerla entre los dos, por que intentar arrancarla uno solo, es frustrante. Sin la ayuda del otro, es imposible calentar esto.
Por cierto, he dejado muebles, un baño de pelicula, una cama de bella durmiente y un sofá con forma de labios, para que los disfrutes a tu gusto.

El resto, reformas y demás, quedan por hacer todavía. Sobrara algún tabique emocional, faltará alguna neurona por amueblar, pero tú dime que tienes toda esta vida por delante conmigo y yo voy pidiendo presupuestos.
Queridísima Ali:
Anoche no pude dormir pensando que habíamos terminado pero he dejado de amargarme porque sé que lo que tuvimos fue real.
Si en algún lugar en un futuro lejano nos reencontramos en nuestras nuevas vidas, te sonreiré con alegría y recordaré el verano que pasamos bajos los árboles, aprendiendo uno del otro y creciendo en el amor.
El mejor tipo de amor, es aquel que despierta el alma, te trae paz a la mente y te hace aspirar a más, eso es lo tu me has dado y lo que yo he esperado darte siempre.
Te quiero, Noah.
Algunos dan consejos como si hubieran escogido el camino adecuado, el que todos deberíamos seguir. Oh joder, dejarme tranquila con el mío que no lo escogí al azar.

viernes, 10 de diciembre de 2010

"Qué difícil. Pero me parece que aún es más difícil quedármelo para mí sola. Supongo que por eso lo hago. Tú siempre me preguntabas en qué momento había empezado a quererte. Empecé a quererte exactamente cuando me llamaste para decir que me dejabas. De hecho fue en ese preciso momento cuando olvidé el amor que sentía antes, me olvidé de la ternura y del sexo, de tu lengua, me di cuenta de que lo que había sentido antes no era más que el simple reflejo de lo que era el amor. Descubrí que no te había querido nunca. De repente pensé en aquella tortura que practicaban en Francia. ¿Sabes qué hacían? Ataban las extremidades de una persona a cuatro caballos y los azuzaban en direcciones diferentes. Pues así es cómo me sentí. Así es cómo me siento. Ahora ya sé lo que es amar. Te amo con esa clase de amor que había rezado por sentir cuando era una adolescente y que ahora rezo por no volver a sentir nunca más."
Vamos, vuelve. O no te vayas, todavía no. 
Viniste a por mí, como un soplo de brisa directo desde el mar, dispuesto a hacerme olvidar los fantasmas que habitaban aquí adentro. Demasiado profundos, demasiado aferrados a mí, o tal vez yo aferrada a ellos para no volver a caer.
Y ahora, sólo te pido que no te vayas. Sé que puedes ayudarme, y ahora sé que también quiero que lo hagas.
Cada noche tengo miedo, de volver a verte o de no hacerlo, de darme cuenta al abrir los ojos por la mañana que no has sido más que un espejismo. 
Real, demasiado real, demasiado perfecto. Pero nada más que una ilusión.

Vamos, vuelve. O no te vayas, aún no.
Dedícame una sonrisa cada mañana al levantarte de mi lado. Déjame hacerme la dormida mientras jugueteas con mi pelo y llega hasta mí tu respiración, haciéndome cosquillas en la piel.

Sácame de aquí, no sueltes mi mano. Porque caeré, volveré a caer hasta que sea demasiado tarde, hasta que el agujero sea demasiado profundo como para poder salir.

Sácame a bailar, y déjame que te saque una sonrisa.
Dime al oído eso que sólo tu y yo entendemos, invéntame, descúbrete, hazme volar.
Piérdete en mi mirada, y yo me perderé en tu cuerpo.
Róbame un beso. Mírame a los ojos y róbame la respiración, llega hasta mi alma.
Haz como que te vas, para volver más tarde con nuevas sonrisas, y besos, y miradas, y juegos.

Juega tus cartas, pero déjame que yo también juegue las mías.
Juégate, quiéreme si te atreves.



http://estrellasobrepapel.blogspot.com

lunes, 6 de diciembre de 2010

- ¿Por qué nos empeñamos en empezar algo que sabemos que está destinado al fracaso? 
- ¿Sabes?, lo importante no es la meta, si no el viaje.
Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida.Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegráa y el sentido del resto. Nos preguntamos por qué, pero todos estamos obligados a ir cerrando capítulos, a pasar página, a terminar con etapas o momentos de la vida y seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, por eso hay que soltarse y desprenderse.