jueves, 21 de abril de 2011

Seis meses después reapareces y hablando solo resumes tu noria de vida en un solo café.
Y curada al fin, me permito el lujo de observar tu pelo raro y creo que ahora fumas demasiado.
Y hablas como si te hubiera preguntado de quién te vengabas todo el tiempo que yo estuve a tu lado.

Y aun no sé a qué diablos viene ahora tu llamada, tiembla tu cuchara y eso nunca queda bien.
Di, di la verdad, llevas tiempo sin romper muñecos.
Pasados unos meses alguien me ajustó de nuevo y queda un poco lejos cuando me incendiaste y ya soplaron las cenizas, volaron las cenizas.