domingo, 30 de enero de 2011

Sois todo lo que tengo, mi tesoro más preciado. Sois lo único que es cierto. Sois mi suelo y mi tejado. Sois caricia y sois talento. Sois la crítica que guardo. Sois lo que os ha dado el tiempo. Sois lección de amor y os quiero.

Encara tens el teumeu cor.

miércoles, 26 de enero de 2011

Los caminos se bifurcan, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir. "No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro". Pero desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. 
Y al final solo ocurre una cosa. Llega el puto invierno. No hay vuelta atrás, lo sientes. Entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo, y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas. Mucho antes. 
Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo.

martes, 25 de enero de 2011

Te tengo en el cajón de los recuerdos y también en el de los olvidos. En el de los sueños rotos y en el de los sueños cumplidos.
Hello, I miss you quite terribly.
Soñaba y soñaba cada noche con él. Se colaba en sus sueños sin su permiso, y eso era algo que no soportaba. No lo soportaba porque al despertar se daba cuenta de lo irreal que había sido todo, entonces su corazón volvía a hacerse añicos otra vez , pero en el fondo estaba deseando que llegara la hora de irse a dormir; se abrazaba a su almohada , y en silencio preguntaba: "¿A dónde me llevarás hoy?" Y así dormía tranquila , sonriendo, hasta que el calor de los primeros rayos de sol se colaban por su ventana, despertándola... Y entonces era cuando volvía a odiarle...

lunes, 24 de enero de 2011


Conquisto tu lado de la cama con la falsa recompensa de creerme que tampoco has dejado un vacío tan grande. Me saco el corazón, lo pongo en la mesa e intento convencerlo de que me haga caso, pero me mira altanero y me escupe que ya no soy su dueña, y masculla por lo bajo que no he estado muy fina eligiendo. Me lo vuelvo a meter de un suspiro y se me atasca en la garganta. Me encomiendo a mi cabal cabecita, pero es una señorita tan estúpida sabelotodo que tampoco la soporto, así que la mando a paseo con sus agotadores consejos de manual. Y hablando de paseos, ahora me sobra una mano cuando deambulo por las calles. Siempre vuelvo a casa por el camino que me enseñaste, aunque sea más aburrido. Tic tac, tic tac, escucho el reloj que llevo dentro, el que cuenta mis horas desiertas. Me registro para asegurarme de que sigo entera, pero me asalta el presentimiento de que he debido dejarme algo en algún rinconcito tuyo. Me repito que ya no me quieres, y cuando oigo esa vocecita que me insinúa que no es verdad, la mando callar. Cuento los días de dos en dos, a ver si así llega antes la mañana en la que no me duelas. Excepto maniatar a la tristeza, sigo haciendo mas o menos las mismas cosas que antes, pero sin que me mires.